<!--:es-->Recupera mediante descanso activo<!--:-->
Publicado por @Marina Senses |
Otra semana cargada de diferentes sensaciones y entrenamientos.Núnca habeís tenido la sensación de que no quereis parar pero en realidad vuestro cuerpo os esta pidiendo a gritos un descanso!!?, esto es algo que nos puede pasar y nos pasa a todos, y que nos demuestra que no somos máquinas, por lo que las molestias, malestares, cansancio acumulado, etc nos pueden llevar a levantar un poco el pie del acelerador y en algún momento tener que tomarnos un descanso. En absoluto debemos tomar esto como un día de entrenamiento perdido, ya que nunca se pierde nada y la recuperación es una parte del entrenamiento. Pero lo que si debemos intentar es levantar el pie del acelerador, no quitarlo y para ello lo mejor que podemos hacer es lo que llamamos un Descanso Activo.
Antiguamente, tras una carrera o temporada los atletas paraban en sus entrenamientos. Algunos estaban hasta tres semanas e incluso un mes sin actividad, pero esto es algo que provoca que todo el sistema muscular pierda su tono y su tensión, desajustándose totalmente. Además, luego cuesta muchísimo volver a empezar; este sería un descanso total a la antigua usanza. Actualmente, una vez concluida una etapa de entrenamiento se suelen utilizar técnicas de descanso activo, combinar muy suave técnicas de otras disciplinas para progresivamente incrementar la intensidad de los entrenamientos y empezar a incluir sesiones, hasta que lleguemos al estado de forma que teníamos antes una vez hayan pasado 3 semanas.
En ocasiones no nos queda más remedio que parar y no debemos sentirnos mal por hacerlo, ya que una semana de inactividad total no supondrá más de un 10% de pérdida de nuestro estado de forma. Una vez notemos mejoría podemos empezar a buscar alternativas y comenzar nuestro descanso activo de forma que no perdamos lo más mínimo nuestro estado de forma. Si nuestra molestia nos permite, podemos empezar bajando la intensidad de los entrenamientos y a un ritmo mucho más suave.
La intensidad de la molestia es lo que nos tiene que hacer valorar hasta que punto debemos parar y hacer descanso total, o plantearnos un descanso activo. Eso sí, siempre hidratándome muchísimo, cuidando la indumentaria y vigilando no coger frío tras el entrenamiento, lo que nos haría empeorar la situación. Si la molestia es física y no tenemos claro si parar o no, el mejor indicador es comenzar a entrenar a un ritmo muy suave. Si la molestia va a más en los primeros minutos debemos parar y si vemos que mejora, podremos continuar aunque siempre a ritmo muy suave y vigilando la evolución tras los entrenamientos. No obstante, tened en cuenta que es mejor bajar el pistón unos días que no estar parado varias semanas.
Para mejorar las molestias físicas del tipo contracturas y también para prevenirlas, son mano de santo los contrastes o la aplicación de frío o calor. El frío viene siempre bien, ya sea por molestias, dolores o como antiinflamatorio, aplicándolo durante unos 5 o 10 minutos y nunca excediéndonos de 15 minutos. Por otro lado, El calor nos vendrá bien para pequeñas contracturas ya que nos permitirá relajar el músculo aplicándolo durante unos 10 – 15 minutos, esta es la oportunidad para tomarnos un baño de agua caliente y que podamos estar relajados… Además, nos ayudara a que esa contractura se pueda eliminar. También podemos usar los contrastes, que son una maravilla y los aplicaremos por ejemplo combinando 2 minutos de frío y uno de calor durante una media hora, para terminar la sesión con frío.
Otra semana cargada de diferentes sensaciones y entrenamientos. Nunca habéis tenido la sensación de que no quereis parar pero en realidad vuestro cuerpo os esta pidiendo a gritos un descanso!!?, esto es algo que nos puede pasar y nos pasa a todos, y que nos demuestra que no somos máquinas, por lo que las molestias, malestares, cansancio acumulado, etc nos pueden llevar a levantar un poco el pie del acelerador y en algún momento tener que tomarnos un descanso. En absoluto debemos tomar esto como un día de entrenamiento perdido, ya que nunca se pierde nada y la recuperación es una parte del entrenamiento. Pero lo que si debemos intentar es levantar el pie del acelerador, no quitarlo y para ello lo mejor que podemos hacer es lo que llamamos un Descanso Activo.
Antiguamente, tras una carrera o temporada los atletas paraban en sus entrenamientos. Algunos estaban hasta tres semanas e incluso un mes sin actividad, pero esto es algo que provoca que todo el sistema muscular pierda su tono y su tensión, desajustándose totalmente. Además, luego cuesta muchísimo volver a empezar; este sería un descanso total a la antigua usanza. Actualmente, una vez concluida una etapa de entrenamiento se suelen utilizar técnicas de descanso activo, combinar muy suave técnicas de otras disciplinas para progresivamente incrementar la intensidad de los entrenamientos y empezar a incluir sesiones, hasta que lleguemos al estado de forma que teníamos antes una vez hayan pasado 3 semanas.
En ocasiones no nos queda más remedio que parar y no debemos sentirnos mal por hacerlo, ya que una semana de inactividad total no supondrá más de un 10% de pérdida de nuestro estado de forma. Una vez notemos mejoría podemos empezar a buscar alternativas y comenzar nuestro descanso activo de forma que no perdamos lo más mínimo nuestro estado de forma. Si nuestra molestia nos permite, podemos empezar bajando la intensidad de los entrenamientos y a un ritmo mucho más suave.
La intensidad de la molestia es lo que nos tiene que hacer valorar hasta que punto debemos parar y hacer descanso total, o plantearnos un descanso activo. Eso sí, siempre hidratándome muchísimo, cuidando la indumentaria y vigilando no coger frío tras el entrenamiento, lo que nos haría empeorar la situación. Si la molestia es física y no tenemos claro si parar o no, el mejor indicador es comenzar a entrenar a un ritmo muy suave. Si la molestia va a más en los primeros minutos debemos parar y si vemos que mejora, podremos continuar aunque siempre a ritmo muy suave y vigilando la evolución tras los entrenamientos. No obstante, tened en cuenta que es mejor bajar el pistón unos días que no estar parado varias semanas.
Para mejorar las molestias físicas del tipo contracturas y también para prevenirlas, son mano de santo los contrastes o la aplicación de frío o calor. El frío viene siempre bien, ya sea por molestias, dolores o como antiinflamatorio, aplicándolo durante unos 5 o 10 minutos y nunca excediéndonos de 15 minutos. Por otro lado, El calor nos vendrá bien para pequeñas contracturas ya que nos permitirá relajar el músculo aplicándolo durante unos 10 – 15 minutos, esta es la oportunidad para tomarnos un baño de agua caliente y que podamos estar relajados… Además, nos ayudara a que esa contractura se pueda eliminar. También podemos usar los contrastes, que son una maravilla y los aplicaremos por ejemplo combinando 2 minutos de frío y uno de calor durante una media hora, para terminar la sesión con frío.
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